ESCRITO POR: Sebastián Molano International Development Consultant | LAC Expert Defying Gender Roles (DGR) Twitter: @DefyGenderRoles; @JuanseMolano Facebook: Defying Gender Roles
Es otra vez 8 de marzo, fecha designada por las Naciones Unidas para celebrar el Día Internacional de la Mujer. Su origen se remonta a la lucha de las mujeres para obtener derechos políticos en Europa y EE.UU. Las mujeres llevan siglos luchando para alcanzar la igualdad real en el ejercicio de sus derechos. Esos mismos derechos que los hombres (heterosexuales) disfrutamos: derecho a la seguridad, a decidir sobre nuestro cuerpo o a gozar de un ambiente laboral libre de acoso. Lo que para muchos hombres es normal, para la mayoría de las mujeres es un privilegio, una lucha constante.
En 1967 se firmó en Colombia la ley 44 declarando el 14 de noviembre como el “Día Cívico de la Mujer Colombiana” en honor a Policarpa Salavarrieta. La misma que la gente recuerda por el billete de 10 mil y no por su heroísmo. Pero en el segundo país más feliz del mundo, en vez de celebrar la vida de una mujer revolucionaria, nos desvivimos por valorar a la mujer por su apariencia en la celebración de 3,794 reinados al año. Aquí, el único día de la Pola es el que promueve Bavaria bajo la motivación etílica y mercantilista del “día de los amigos Póker”. Gracias a esta combinación de factores, se ha construido la idea de que a las mujeres en Colombia se les celebra todos los días y que la pola nos ayuda a ser felices.
El Día de la Mujer (como si sólo hubiera una o de un tipo) se materializa en la compra de flores sueltas y chocolatinas jet, invitaciones a almorzar y repartija de besos y abrazos a la voz de “feliz día de la mujer”. Un día en el que se reconoce que “madre no hay sino una”, que “la mujer es lo más hermoso que Dios le dio al hombre” o que “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”.
Estas prácticas e ideas refuerzan la falsa noción que “ser caballero” es igual respectar y que el valor de las mujeres depende de su relación con los hombres y no por el mero hecho de ser personas. Como resultado, las mujeres en Colombia enfrentan una situación de violencia espeluznante:
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Diariamente 21 niñas entre 10 y 14 años son violadas
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Cada día de 2015, 140 mujeres fueron agredidas. Una de ellas expresó: “mi marido me pegaba lo normal”
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Entre 2005 y 2015, la impunidad en casos de violencia contra las mujeres fue del 90%
Detrás de cada uno de estos casos, hay un hombre. Un papá, un hermano, un primo, un novio, un vecino, un amigo de la casa, un esposo, un abuelo. En el 70% de los casos, el abuso lo comete la pareja. En el 2015, cada 10 minutos hubo una agresión que mereció un examen médico. Las mujeres sufren desproporcionadamente la violencia y en su gran mayoría, los que matan, violan, golpean, insultan y echan piropos, son los hombres. Por tanto, el problema de la violencia contra las mujeres no es de ellas. Es nuestro. Los agresores no son monstros que salen de cacería en las noches. Son nuestros amigos, nuestros familiares, los manes con los que jugamos fútbol.
Podemos ser usted o yo.
Para promover la equidad de género de verdad hay que actuar. Por eso, en vez de andar diciendo “feliz día de la mujer”, propongo 3 acciones concretas para los otros 364 días del año. A ver si es tan macho:
- Desafíe la división tradicional de tareas por sexo
¿Con qué frecuencia limpia el baño de su casa, barre o cocina? Seguramente lo hace en menos ocasiones que las mujeres en su casa. Las tareas del hogar han sido atribuidas tradicionalmente a las mujeres como parte de sus “responsabilidades”, llevándolas a trabajar largas horas de manera no remunerada mientras que los hombres disfrutan de tiempo libre. Culturalmente nos han enseñado a que el hombre debe trabajar, traer la plata y listo. Por esto, cuando un hombre realiza tareas del hogar la reacción generalizada es de alabanza, como si fuera una proeza: “Qué partidazo!”, “él siempre ayuda” Esto casi nunca ocurre con las mujeres, pues se asume que la casa y la cocina son su “espacio natural”.
Para promover la equidad de género, coja trapero, esponjilla, cloro y a limpiar! Es su responsabilidad, no un favor que le hace a su mami, su hermana o su pareja. Y de ñapa, en las reuniones de la oficina, ofrézcase a tomar los apuntes de la reunión. ¿Por qué son siempre las mujeres las que tienen que hacer de secretarias?
- No se quede callado
Las prácticas sexistas están en la publicidad, los medios de comunicación, en las oficinas y en los chats con los amigos. No sea indiferente ante los chistes y las actitudes que refuerzan comportamientos que minan la integridad, la dignidad y los derechos de las mujeres. El silencio implica aceptación. Es fundamental que como hombres, asumamos una posición crítica y responsable y no nos quedamos callados ante prácticas culturales que se han “normalizado” como el acoso callejero (léase piropo) o los micro machismos, pero que NO son normales.
Es su responsabilidad exigirles a las instituciones que hagan su parte. Por ejemplo, en la creación de una ley de paternidad que promueva la equidad y no ponga la carga del cuidado en las mujeres. También en exigir apoyo igualitario a deportistas, como es el caso de la gran Selección Colombia femenina de fútbol.
No se quede callado. El que calla, otorga.
- Pregunte(se) y piense
Nos han enseñado desde niños que “los hombres no lloran”, que el hombre es el que trae “la papa a la casa” y que “el hombre es el que manda”. Pero nada dista más de la realidad. Llorar, trabajar y liderar son acciones, no aspectos negados o delegados a los hombres.
La clave es cuestionar estos mensajes, reflexionar sobre su significado y el papel que juegan en negar derechos y oportunidades a otras personas y a nosotros mismos. ¿Llorar está bien cuando estamos tomados pero no en sano juicio? ¿Por qué en el 80% de los casos, el hombre que agrege a una mujer está tomado? ¿Cuántas veces me han acosado o echado piropos en la calle? ¿es justo que a alguien le paguen menos en el trabajo dependiendo del sexo?
Pregúntele a las mujeres en su vida cómo las afecta en el día a día el machismo. Escúchelas y dese el espacio para reflexionar de manera crítica sobre su responsabilidad en eso comportamientos.
En un país donde queremos paz y cambios hay que empezar por cada uno de nosotros. Así que pregunte(se) y piense.
¿Ya les dije que feliz día de la mujer?
Campaña de Defying Gender Roles #MeComprometo:
Imagen de encabezado: Gracias a Alex Bearziger, Deborah Bear y su hijo Axel por apoyar esta causa. Igualmente a Sergio Andrés Moreno por su talento y pasión en la creación de este diseño. Créditos: Sergio González Fernández.